Una pregunta muy común y totalmente válida. No porque queramos cambiar nuestro cuerpo, sino porque queremos cuidarlo. Entrenar no es solo una vía para conseguir resultados físicos: también es una herramienta poderosa para mejorar cómo nos sentimos, cómo nos movemos y cómo nos enfrentamos al día a día.
Así que hoy no te hablaremos de metas estéticas, sino de cómo encontrar una frecuencia de entrenamiento que te haga sentir bien, sin presiones.
No hay una frecuencia mágica que sirva para todo el mundo. Algunas personas necesitan moverse cada día para sentirse bien. Otras prefieren sesiones más espaciadas. Lo esencial es encontrar un ritmo que puedas mantener sin que se convierta en una carga.
Hazte estas preguntas:
- ¿Cómo se siente mi cuerpo después de entrenar?
- ¿Qué días tengo más energía?
- ¿Qué momentos de la semana me vienen mejor?
- ¿Estoy disfrutando de moverme?
Si estás volviendo a moverte o no tienes mucho tiempo, dos sesiones semanales son una forma excelente de reconectar con tu cuerpo. Te ayudarán a crear el hábito sin que sientas que tienes que reorganizar toda tu vida.
Recomendación: Entrenamientos funcionales, clases de pádel o entrenamientos personales que combinen fuerza, movilidad y juego.
Para muchas personas, esta es la frecuencia ideal para sentirse activas, fuertes y con energía. Puedes alternar sesiones más intensas con otras más suaves, como un día de movilidad o de descanso activo.
No se trata de ir al límite, sino de crear una rutina que acompañe tu vida, no que la consuma.
Se puede, claro. Pero no todo tiene que ser intenso. Caminar, hacer estiramientos, moverte un poco en casa… todo eso también cuenta. En PSPadelgym creemos que el descanso y el movimiento suave son igual de importantes que los entrenamientos duros.
Escucha tu cuerpo. Si te apetece moverte, hazlo. Si necesitas parar, también es entrenar saber decir “hoy no”.
No pasa nada. Entrenar es una práctica, no una obligación. Hay semanas en las que te notarás con energía y otras en las que solo podrás con lo justo. Ambas son válidas. Lo importante no es la perfección, es la constancia a largo plazo. Moverte porque lo eliges, no porque lo debes.
Entrenar de forma regular:
- Mejora tu ánimo
- Te ayuda a dormir mejor
- Reduce el estrés
- Te hace sentir más ágil, fuerte y conectada/o contigo
- Te conecta con otras personas
Y todo eso ya es más que suficiente.