Imagina que llegas al gimnasio con la cabeza llena de pensamientos, el corazón acelerado por el trabajo, y el cuerpo tenso. Quieres entrenar, pero no estás del todo presente. Te pasa, ¿verdad? La verdad es que el estrés no solo afecta a nuestra mente, sino también a nuestro rendimiento físico, nuestras ganas y hasta cómo nos recuperamos después de un esfuerzo.
Pero la buena noticia es que gestionar el estrés también se entrena. Y, al igual que con el ejercicio físico, no necesitas soluciones mágicas, sino constancia, autoconocimiento y pequeños hábitos que marquen la diferencia.
El estrés eleva nuestros niveles de cortisol, una hormona que, en pequeñas dosis, es útil (nos mantiene alerta y con energía). Pero si se mantiene elevada por mucho tiempo, puede generar:
- Cansancio constante
- Peor recuperación muscular
- Mayor riesgo de lesiones
- Problemas para dormir (y dormir bien es esencial para rendir)
Entonces, sí: si aprendes a gestionar tu estrés, mejoras tu entrenamiento. Y viceversa.
Aquí van algunas herramientas que puedes empezar a aplicar desde hoy:
1. Escucha a tu cuerpo (y respétalo)
Hay días para darlo todo, y otros en los que un entrenamiento más suave (o incluso un descanso activo) es la mejor opción. Obligar al cuerpo a rendir en medio de una tormenta mental no siempre es lo más inteligente.
2. Respira, de verdad
Parece obvio, pero muchas veces respiramos de forma superficial. Practicar la respiración diafragmática (lenta, profunda, desde el abdomen) durante 3-5 minutos antes de entrenar puede ayudarte a centrarte, bajar pulsaciones y entrar en un estado mental más calmado.
3. Entrena por bienestar, no por castigo
Cuando el deporte se convierte en un espacio para desconectar y cuidar de ti (y no en una obligación o castigo por lo que comiste), se transforma también en una herramienta antiestrés.
4. Música, tu aliada silenciosa
La música tiene el poder de cambiar tu estado emocional en segundos. Ten playlists para distintos momentos: motivarte, relajarte o simplemente moverte con gusto.
5. Rituales post-entrenamiento
Estira, bebe agua, respira y haz una pausa antes de volver al “ruido” del día. Tu cuerpo y tu mente lo van a agradecer.
Gestionar el estrés no significa evitarlo del todo, sino aprender a convivir con él sin que te frene. Y entrenar no es solo cargar peso o correr: es también aprender a cuidarte por dentro para rendir mejor por fuera.
En PSPadelgym creemos que el bienestar empieza mucho antes de levantar una pesa o coger una pala. Empieza en cómo te sientes contigo, con tu cuerpo y con tu vida. Y desde ahí, lo demás fluye.